Hoy os voy a hablar de un
encargo que hice hace ya casi un año. Pero me he ido despistando más de la
cuenta y no he llegado a hacer la entrada en el blog que se merecía.
El problema fue que en su
momento las fotos que hice me dieron
algún que otro problemilla y no las
pude retocar como a mi me gusta hacer con ellas para darles a todas el mismo
formato y ponerles el nombre de Día tras Día y al final se quedaron un poco
abandonadas...
Pero ya que la semana pasada
os conté la historia del delantal
que ha viajado hasta Durban (aquí), como estas camisetas viajaron
hacia el mismo destino, me he puesto a conciencia hasta que he logrado
solucionar el tema.
Os cuento un poco la historia.
Eva, que fue la que me encargó el delantal,
me pidió hace ya casi un año que le ayudase a preparar un regalo muy especial para unos amigos que habían tenido que irse a
vivir a Durban (Sudáfrica) por motivos laborales. Coincidiendo con que era el
cumpleaños de alguno de los miembros femeninos de la familia, decidió que quería
hacerles unas camisetas personalizadas
para la mamá, Diana y para las dos
peques, Alba y Candela.
Eva suele tener siempre las ideas muy claras cuando me pide algo y
entre las dos fuimos dando forma a la imagen que ella tenía en su mente. Fui
preparando bocetos varios a partir de lo que ella iba diciéndome sobre por dónde
seguir.
Hasta que al final, partiendo
del modelo de camiseta “Un mundo de pensamientos”, le
hicimos algunos cambios y este fue el resultado:
Cuando se mandaron las
camisetas Eva estaba emocionada de
verdad deseando que llegaran a su destino para que ellas pudieran disfrutarlas.
Y tardaron más de 1 mes en llegar a su destino...
Se ve que les gustó mucho el
regalo. Ya el otro día en la entrada que hice hablando del delantal, os conté
que Diana escribe un blog sobre su día a
día en Durban. Y en su momento hizo una bonita entrada hablando de las
camisetas. Si os apetece, podéis leerlo aquí.
Espero que os hayan gustado. Es
de los regalos que yo llamo con corazón, ya que no se trata de simples
camisetas, sino que llevan dentro una importante carga de amor y cariño por
parte de la persona que lo regala.
Besos y hasta la próxima
entrada.
Tengo que confesar que cuando recibí este regalo se me escapó alguna lagrimilla... No es para menos, ¿no os parece? Adoro a Eva (mi comadre), a Luis, a mi querido ahijado y a sus hermanitos, son todos muy especiales para nosotros y siempre los siento cerca... Ellos son para mi más importantes que incluso algunas personas de mi propia familia. Gracias Rocío, ¡me has hecho recordar lo bonito que fue ese día!
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