jueves, 17 de octubre de 2019

EL PRINCIPITO SE VA DE BODA


Hoy voy a enseñaros algo absolutamente nuevo. Algo que no había hecho nunca hasta ahora.

Y ha tenido que venir mi amiga Alicia, que me pide siempre cosas muy especiales, para que por primera vez haya pintado sobre una superficie en la que nunca se me habría ocurrido hacerlo si no es porque ella me lo pidió.

Hace ya algún tiempo, Alicia me propuso decorar la suela de unos zapatos. Pero no de unos zapatos cualquiera, no. Quería que decorara unos zapatos para una novia. Y es que una amiga de Alicia se va a casar y ella quería regalarle un detalle diferente.

Debo confesaros que nunca había visto ningún zapato con la suela decorada. Y me quedé en principio un poco descolocada pensando en cómo se podía hacer para que al pintar la suela no se perdiera el dibujo con el desgaste al andar. Pero ella me envío algunas fotos de ejemplos que había visto por internet y ya pude comprobar que el dibujo se situaba en el arco del tacón, no en la planta. Así que de esta forma ya mi principal temor desapareció.

Pero al no haber pintado nunca sobre una suela de zapato, no sabía cómo se comportaría la pintura sobre esta superficie. Así que, para poder confirmarle que podría hacer realidad su idea, decidí hacer primero una prueba sobre un zapato mío.

Y esta fue la prueba que hice:




Al ver que se podía pintar sin problema, me puse manos a la obra con los zapatos para la novia.

El dibujo que tenía que hacer en los zapatos era una de las imágenes más típicas del libro “El Principito”. Estas fueron las imágenes que Alicia me envió para que me inspirara:




Os voy a enseñar algunas fotos del proceso, para que os hagáis un poco idea de todos los detallitos que tiene este trabajo:





Os presento ahora los pinceles con los que he hecho este dibujo, que al ser tan pequeño, he necesitado emplear mi "pincel pelo", como lo llamo yo, para poder pintar todos los detallitos:



Y por fin os enseño ya el resultado final:






¿Os gusta cómo han quedado? Para mi ha sido todo un reto hacer este encargo tan especial. ¿Y queréis que os cuente un secreto? Pues os confieso que mientras pintaba los zapatos estaba un poco “cagadilla” pensando en que a ver si me iba a cargar los zapatos de la novia, porque como se me escapara alguna pincelada fuera de la suela y pintase el zapato (a pesar de que los tenía bien protegidos) más me valía desaparecer del planeta, jeje.

Besos y hasta la próxima entrada.


2 comentarios:

  1. ¡Idea maravillosa! Y te han quedado preciosos.

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    1. ¡Muchas gracias Sharita! La verdad es que me pareció una idea preciosa cuando me la pidieron ;-)

      Besos,
      Rocío

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