Ayer
me fue imposible escribir la entrada del
lunes, pero es que estuve ultimando para enviar un pedido de camisetas que tenían que salir sí o sí, y lo de
sentarme al ordenador fue totalmente imposible.
Pero
como todos los santos tienen octava,
como dicen, la traigo hoy y aprovecho para enseñaros estas camisetas que
salieron ayer en busca de sus dueñas.
Hace
algunas semanas se puso en contacto conmigo Lupe para pedirme unas camisetas con las protagonistas de Frozen. Se ve que se debieron poner
varias mamás de acuerdo para hacer un pedido conjunto de camisetas con el mismo
dibujo, así que fueron en total 5 camisetas, en tallas diversas, con Elsa y Anna como protagonistas.
Aquí
os dejo las fotos de cómo han quedado terminadas, incluyendo la foto de grupo
que tanto me gusta hacer en estos casos ;-):
¿Os
han gustado? Yo espero que las 5 destinatarias de estas camisetas las luzcan
bien guapas.
Y
ahora me pongo un poco en plan
reivindicativo, que durante todas las horas que he estado haciendo este
trabajo, mi cabeza iba pensando y pensando y llegando a conclusiones (una es
así, todo el día dándole vueltas a las cosas…). He de decir que pensé, al
comenzar a hacer estas camisetas, que al ser todas iguales, podría optimizar tiempos y que se haría
algo menos lento el trabajo. Pero una vez terminadas, he llegado a la conclusión de que, se haga como se
haga, de forma individual o conjunta, este tipo de camisetas, que están
realizadas con fieltro cosido y luego pintado, tienen el mismo trabajo, trabajo que no se puede imaginar más que
quien haya hecho alguna vez una labor de este tipo.
Y
es que estas camisetas llevan detrás un trabajo
enorme que puede ser que pase desapercibido a los ojos de quien lo recibe.
Aunque me consta que quienes se deciden
a pedirme una de estas camisetas lo hacen sabiendo valorar lo que compran.
Pero
también he de decir que, aunque no han sido muchas las veces, sí ha habido
quienes me han comentado, cuando me han preguntado por ellas, que finalmente no
les interesaban porque eran demasiado caras y se les iba de presupuesto. Ante
esto, yo sólo puedo decir que la artesanía
es un trabajo que requiere mucha
dedicación, muchas horas de diseño, de pensar cómo hacer la prenda y
después de ejecutarla y conseguir que quede un producto impecable. Simplemente, por daros una referencia, sólo la fase de pintado de cada una de estas
camisetas en concreto, me ha supuesto un trabajo
de casi 2 horas sentada delante de ella con las pinturas en la mano. Igual hay quien sea capaz de hacer esto mucho más rápido, pero yo es el tiempo que necesito para que el resultado quede como a mi me gusta. Y reconozco que suelo ser muy exigente conmigo misma en mi trabajo.
Y a
eso hay que añadir la preparación de las piezas de fieltro y el cosido de todas
ellas a mano a la camiseta, que puede suponer otro tiempo igual o superior al
de pintado. Por no hablar del coste de los materiales…
Realmente
el trabajo artesano no es caro, sino
más bien todo lo contrario: si hubiera que ponerles un precio justo a estos trabajos, acorde a lo que ha supuesto hacerlos, más bien podrían calificarse de precios irrisorios.
Con
esto quiero decir que un producto artesanal
es un artículo de lujo, entendiendo por lujo algo que no es un artículo de
primera necesidad. Y que cuando veáis un producto artesano, lo entendáis como
todo un proceso, no sólo como el resultado final.
Espero
no haberos resultado aburrida con toda esta retahíla que he contado, pero la
verdad es que creo que muchas veces, por desconocimiento, se tacha de caro algo
que realmente, una vez que se sabe todo lo que conlleva, no lo es ;-).
¿Qué
opináis vosotros sobre este tema? ¿Pensáis que la artesanía es cara?
Besos
y hasta la próxima entrada.