Este
año 2020 está siendo el año más extraño que hayamos vivido hasta
ahora, eso no lo podemos negar. La pandemia ha llegado para darnos una
vuelta de tuerca y poner nuestras vidas
patas arriba.
Pero
hay que intentar siempre buscar el lado
positivo de las cosas, aún dentro lo malo que esté ocurriendo. Y si hay
algo positivo que yo he podido encontrar en todo esto, ha sido el hecho de
haber retomado mi afición por la
acuarela. Y me he propuesto aprender todo lo que pueda de ella. Como todo
en esta vida, para aprender y mejorar
la única clave es la constancia y la
práctica. Y por supuesto, ponerle mucha pasión a lo que uno hace.
En
este camino de aprendizaje que me he propuesto hacer, he descubierto que hay
muchas acuarelistas impartiendo cursos
temáticos, de los que se pueden aprender muchísimas cosas para seguir
descubriendo los secretos de este apasionante mundo de la acuarela.
Y
una de las últimas que he descubierto y con la que he realizado un curso ha
sido una chica rusa llamada Anastasia
Petryaeva, a la que podéis encontrar en Instagram como Seanastya.
Hace
pocas semanas descubrí que tenía un curso
sobre puestas de sol y me pareció un tema muy interesante para ponerme a
practicar con él. En el curso se realizaban tres acuarelas de distintas puestas
de sol, con diferentes gamas de colores.
¿Queréis
ver las acuarelas que he hecho a partir de este curso? Pues no me enrollo más y
aquí os dejo con ellas.
La
primera acuarela tenía como temática
una barca en una playa de Vietnam.
Con tonos carmines y violetas,
Anastasia nos lleva a este paisaje tan relajante para la vista:
La
segunda acuarela es de un tema que
me pilla bastante más próximo: se trata del faro del puerto de Málaga, conocido como La Farola. Y este fue el resultado de
mi acuarela:
Y
para finalizar la serie, la tercera
acuarela representaba unos yates en
una puesta de sol (de esta no conozco la localización de la imagen de
referencia). He de decir que esta última acuarela me trajo bastantes quebraderos de cabeza, ya que para hacerla utilicé un
papel de una marca que no había usado hasta ahora y me ha costado un poco hacerme
a las características de este nuevo papel. Parecerá una tontería, pero
trabajando de la misma forma que lo había hecho hasta ahora con otra marca, los
resultados eran muy diferentes. Igual soy un poco tiquismiquis, jeje. Al final
esto es lo que salió de mi pelea con el papel:
¿Qué
os ha parecido esta serie de acuarelas? Yo he aprendido muchísimo con ellas. Nunca se termina de aprender, eso es
una verdad como un templo. Y como mi objetivo es ir mejorando un poquito más
cada día, aquí tengo ya en mente nuevos cursos para seguir avanzando en este
apasionante mundo de la acuarela.
Espero
poder seguir enseñando mis avances por aquí.
Besos y hasta la próxima
entrada.