La
pasada semana os enseñaba por aquí el nuevo catálogo de Primera Comunión
que he preparado para esta temporada que se avecina.
Y
os comentaba que una de las novedades que había incluido en él eran algunos detalles para regalar a los invitados
como recuerdo de ese día tan especial.
Ya
el año pasado incluí algunos detalles que surgieron de peticiones vuestras,
pero este año me he adelantado yo con un
par de ideas que me han parecido muy propias para que nuestra familia y
amigos se lleven como agradecimiento por acompañarnos.
Así
que he preparado unos broches y llaveros
que, como no podía ser de otra forma, he realizado en crochet.
Cuando
me lo planteé, pensé qué podía hacer
para regalar en forma de broche y llavero y que pudiera tener algún tipo de relación con el evento. Y de repente,
se me iluminó la bombilla: PECES.
Pues
sí, decidí hacer detallitos en forma de
pez. ¿Y sabéis por qué? Porque no debemos olvidar que esta fiesta se trata
de una celebración cristiana. Así
que la elección del pez no es casual:
el pez fue el símbolo con el que se reconocían los primeros cristianos en la clandestinidad. Era un símbolo, un código “secreto” con el que se identificaban entre ellos en la
época en que eran perseguidos.
Y
después de este momento “enciclopedia con patas”, ¿queréis ver cómo han
resultado mis pececillos? Aquí os dejo algunas fotos para que veáis el
resultado:
¿Qué
os han parecido? A mí me parece que, a pesar de su sencillez, pueden quedar muy
vistosos adornando una solapa, un
bolso, una mochila… en su versión broche
y dar un toque de color a nuestras
llaves en su versión como llavero.
Deciros
que aquí he hecho una muestra de pececillos en distintos colores, unos en tonos más vivos y otros más colores pastel, pero se
pueden hacer en otros colores, siempre a vuestro gusto. Y podréis elegir todos del mismo color o que haya variedad
de colores. Como siempre os digo, todo esto es absolutamente personalizado
a vuestro gusto ;-)
Besos
y hasta la próxima entrada.