Aunque
parezca que no es ya momento de enseñar cosas de Primera Comunión no quería dejar de enseñaros un par de cuadritos que me pidieron para dos niñas que recibieron este año este
sacramento.
En
primer lugar, Carmen, que me había
encargado alguna que otra camiseta anteriormente, me estuvo consultando acerca
de los lienzos personalizados de recuerdo de Primera Comunión con mucho tiempo
de antelación. Sin embargo, no llegó a confirmarme el encargo y pensé que
sencillamente habría optado por otro tipo de regalo.
Pero
cuando se acercó la fecha de la comunión, me preguntó que si podía contar con
el lienzo y, muy a mi pesar, le tuve que decir que ya era imposible cuadrarlo en mi agenda de pedidos. Sin embargo, se me
ocurrió plantearle que si no le importaba recibirlo aunque fuese unos días después de la celebración,
que se lo podría hacer encantada.
Y
a Carmen le pareció una buena idea, porque así tenía la excusa perfecta para
quedar otro día con la destinataria del regalo.
Me
puse manos a la obra para hacer el cuadro personalizado para Fátima, que así se llama la
destinataria, y que es de origen
filipino, partiendo de las fotos que Carmen me envió de la peque y de su
vestido.
Y
así es como quedó finalmente su lienzo:
A
Carmen le gusto mucho el resultado. Y espero que a Fátima y a su familia les
gustase también el bonito detalle que Carmen tuvo con ellos.
Y
casi al mismo tiempo, se puso en contacto conmigo Rocío para pedirme otro lienzo
personalizado para su sobrina,
que había hecho la Primera Comunión hacía ya algunos días, por lo que no había
urgencia por tenerlo para una fecha concreta. Aún así, lo hice lo más pronto posible para que Carolina, la protagonista de la Primera
Comunión, pudiera recibir el regalo de su tía cuanto antes.
Rocío
me envió fotos de Carolina el día de su Primera Comunión y a partir de ahí creé
su cuadro personalizado
Y
este fue el resultado:
¿Qué
os parece cómo quedó? A Rocío, que vino a recogérmelo en mano, le gustó mucho el
resultado. Y me dijo que estaba segura de que a su sobrina le iba a encantar.
Y
como anécdota, os cuento que Rocío se puso en contacto conmigo a través del
correo electrónico. Y cuando le pedí sus datos para poder enviarle el paquete
una vez que lo tuviera terminado, resultó que vivía en mi misma localidad, así
que la pude conocer en persona y entregárselo en mano. Lo cierto es que me
gusta cuando os puedo entregar personalmente los pedidos, ya que es algo mucho
más cercano, ¿no os parece?
Como
podéis ver, en el caso de los lienzos, a diferencia de las camisetas de Primera
Comunión, es un regalo que puede ser entregado una vez pasado el gran día, ya que queda como un bonito recuerdo.
Las camisetas, quizás estén pensadas más para ser utilizadas en el mismo día de
la comunión y luego ser conservadas como recuerdo, pero el lienzo queda como
elemento decorativo en el dormitorio de los peques para que tengan siempre presente ese día tan
especial. Cada cosa tiene su detalle que le hace especial, ¿verdad?
Besos
y hasta la próxima entrada.