CAMISETA VINTAGE

¿Qué tal se presenta este jueves? Por aquí andamos liados con la vuelta al cole. Los niños estaban ya deseando de empezar y volver a ver a sus amigos después de todo el verano. Seguro que hoy esta escena se repite en más de una casa. Al igual que las escenas de los más peques llorando por no querer separarse de sus papis. Pero así es la vuelta al cole, por lo que habrá que irse acostumbrando a ello :-D.

El mes de septiembre, además de ser el de la vuelta al cole, en casa es un mes de muchas celebraciones. Además del cumpleaños de mi hijo Iván, que fue el pasado lunes, hoy celebro el mío. Pues si, me voy haciendo mayor, y afortunada de poder seguir cumpliendo años. Este cumpleaños además me planto ya en la cuarentena, pero lejos de caer en la que llaman “crisis de los 40”,  yo me encuentro mejor que nunca y con ganas de hacer muchísimas cosas, así que de mi puede olvidarse la crisis, jeje.

Bueno, a ver si me enrollo menos y voy al grano (creo que esto va peor con los años, os lo aviso…). Como os comentaba, este mes tenemos varias celebraciones en la familia. También celebramos el santo de mi hermana Nuria. Y como viene siendo tradición, también para ella he hecho su regalito.

Hoy os voy a enseñar parte de su regalo. Como no podía ser de otra forma, el regalo incluyó una camiseta hecha por mí. Al igual que me ocurre cuando tengo que hacer un regalo a mi madre, cada vez es más difícil poder hacerles camisetas, ya que les he regalado a lo largo del tiempo casi todos los modelos que he ido ideando, por lo que se me van agotando los recursos.

Pero cuando estaba pensando en el posible regalo para ella, vi por Internet un patrón de un cuello de crochet para aplicar a una camiseta que le proporcionaba un aire vintage que me pareció perfecto para Nuria.

Tenía entre las camisetas que almaceno para decorar una en color rosa empolvado con un leve tono gris y un cuello amplio, que en cuanto la vi pensé que era la camiseta ideal para esta idea.

Así que me puse manos a la obra y este fue el resultado:

Para cerrar el cuello, le puse un botón que tenía de una caja de botones antiguos que me había regalado mi abuela hace tiempo y que conseguía terminar de darle el aire vintage que buscaba.

Mi hermana quedó encantada con su regalo y en los días que hemos estado juntas se la ha puesto varias veces, así que esa es la mejor demostración de que le ha gustado, ¿no os parece?

Besos y hasta la próxima entrada.