Esta
semana voy a hacer dos entradas muy
gatunas y las dos para enseñaros cosas que fueron dirigidas a la misma
persona.
Van
ya varias entradas en las que os he contado sobre los regalos que hicimos a mi sobrina Rosa. Y todas ellas tienen un
denominador común: tienen un gato como protagonista. Aquí y aquí podéis
recordarlas.
Pero
además de ser una gran amante de los gatos, Rosa es una bebedora incansable de café. Ya el año pasado los Reyes Magos
quisieron combinar estos dos conceptos en forma de camiseta, que podéis
recordar en esta entrada.
En
esta ocasión, aproveché para hacer realidad algo que llevaba mucho tiempo
queriendo realizar. ¿Conocéis unos cubretazas
realizados con lana para que cuando cojas la taza con la bebida bien caliente
no te quemes las manos? Por la red hay muchísimos y a cual más bonito. Así que
decidí hacer uno para Rosa. Para ello elegí un hilo grueso en tono grisáceo que tenía guardado desde hacía tiempo y
que aún no había estrenado.
Y
así es como resultó el cubretaza, que fui haciendo con la taza por delante para
ir ajustándolo y que quedase bien encajado:
Como
me pareció que así sólo podía resultar un poco soso, se me ocurrió decorar
la taza con algún dibujo. Así de esta forma, cuando en épocas de más
calorcito no se necesite proteger las manos del calor y se use sin su
cubretaza, quedará una taza decorada y
personalizada.
Tenía
claro que lo que dibujara en la taza sería con temática gatuna. Así que decidí escribir el mismo texto que usé en la riñonera
que os enseñé en la anterior entrada y le añadí una silueta de gato para completar el conjunto.
Esta
fue la taza terminada:
¿Os
ha gustado? Yo creo que ha resultado un regalo muy sencillo pero muy práctico
y coqueto al mismo tiempo.
Besos
y hasta la próxima entrada.
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