Vamos, poquito a poco,
haciendo crecer esta sección, en la que pretendo daros a conocer cada lunes
aquellas páginas que me resultan interesantes por la belleza que transmiten a
través de su trabajo.
En esta ocasión el
turno es de Kinina, marca en la que
la única responsable de todo lo que a continuación os voy a enseñar es Inés, una chica que vive en el Aljarafe
sevillano, mamá de 3 peques (sus 3 cerditos, como ella los llama) y que
derrocha simpatía y vitalidad por todos lados.
Así es como ella misma
se define:
“Kinina es una marca de
complementos y pequeños textiles realizados a mano con materiales de primera
calidad traídos de todo el mundo.”
“De alguna manera,
Kinina es el resultado de volver a mi infancia y quedarme embobada viendo a mi
abuela cosiendo y contando historias rodeada de objetos de todo el mundo que mi
abuelo traía de sus viajes en barco.”
A Inés tuve la suerte
de conocerla en persona hace muy
poquitos días, ya que las dos estuvimos impartiendo una charla sobre artesanía
para aquellos que quieren iniciarse en este mundillo, aunque hace varios meses
que yo seguía su trabajo.
Una de las cosas que me
llamó la atención de Kinina es su versatilidad.
Son muchos los campos en los que
desarrolla su trabajo. Inés es una
persona inquieta a la que le gusta
estar continuamente aprendiendo
nuevas técnicas y como buena profesional que es, en cada cosa que le atrae, lo
primero que hace es formarse para
poder alcanzar lo mejor de ella misma.
Es importante destacar
que su formación académica ha sido como restauradora,
por lo que todo este conocimiento y
sensibilidad que ya posee lo vuelca en cada una de las piezas que fabrica.
Y para no aburriros con
mucha historia, voy a comenzar a enseñaros parte de su trabajo, para que disfrutéis viendo cosas bonitas ;-).
Bajo el nombre de “Vengo de Japón”, Inés nos enseña una
colección de artículos realizados con preciosas telas procedentes desde el país
nipón. Aquí podemos encontrarnos pendientes, horquillas para el pelo, anillos o
colgantes con una estética minimalista,
en la que la sencillez es su principal característica.
También podemos
descubrir su trabajo realizado con textiles, igualmente con estampados
japoneses, que se convierten en bolsos, neceseres, mochilas, agendas… Me
encantó descubrir sus modelos de bolsos reversibles
y que se transforman en mochilas. Ya
sabéis mi debilidad por las cosas que se transforman para permitir distintos
usos :-D
Entre las piezas de
Kinina también podemos encontrar elementos de joyería, diseños con monturas de
metal chapadas en oro, plata o rodio y piedras semipreciosas.
Son realmente
preciosos, especialmente por la sencillez
de su diseño:
Y hasta aquí, este tipo
de artículos que os he enseñado, podemos encontrarlos en distintas marcas, cada
una con su peculiaridad, personalidad y diseño propio, pero el mismo tipo de
piezas (pendientes, bolsos, complementos para el pelo…). Pero lo que os voy a
enseñar ahora, si que os puedo decir que es algo original y diferente. Y aquí sí que se pone de manifiesto
claramente la formación de Inés en su condición de restauradora. Aquí la Historia viene a hacernos una visita.
Os enseño estas piezas
que Inés realiza para tiendas de
varios museos, principalmente de
temática romana. Son realmente espectaculares
y curiosas:
Y para terminar, os
dejo con esta muestra de cómo van presentados
los artículos cuando se reciben, con el pececillo
de su marca como protagonista. Vuelvo a decirlo: ¡sencillo pero tremendamente resultón!
¿Qué os ha parecido el mundo Kinina? ¿Os habéis declarado ya
fans de ella como lo soy yo? Pues si queréis seguirla y no perderos ni un
detalle de lo que hace, podéis hacerlo a través de su web y su página en
Facebook
La próxima semana os
traeré a otra artista que estoy segura de que os va a enamorar igualmente…
Besos y hasta la próxima
entrada
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