Hoy
he decidido retomar esta sección (aunque
sea sólo de forma puntual) que comencé hace ahora justamente 3 añitos, en septiembre de 2013, en la
que os fui presentando cada semana un arquitecto que, por una causa o por otra,
habían derivado su vertiente artística
hacia otros derroteros diferentes de la creación arquitectónica.
Era
una forma de mostrar cómo el arquitecto
es de por si un ser creativo que es
capaz de plasmar toda esa creatividad que lleva dentro en ámbitos muy diversos.
En
las anteriores entradas que hice de esta sección predominaron las arquitectas (en femenino) dedicadas a
la artesanía.
Pero
hoy os traigo el trabajo de otra chica que ha decidido dejar su huella en otro
ámbito también especialmente creativo: el de la repostería.
Lo
cierto es que esta sección ya la tenía un tanto abandonada, ya que la idea
original era enseñar el trabajo de arquitectos que conociera personalmente o en
su defecto, que fuesen personas con las que hubiera tenido algún tipo de
relación aunque sólo fuese “online”.
Pero
hace un par de días, por pura casualidad, di con el perfil de Instagram de Dinara Kasko, joven arquitecta ucraniana y gran artista de la que hoy vengo a hablaros.
Vi
unas imágenes de uno de sus trabajos y me parecieron auténticas maquetas de proyectos arquitectónicos.
Y después fue cuando descubrí que, efectivamente, su formación había sido en
este campo. No podía negarse la evidencia :-D
Me
quedé embobada viendo las imágenes de sus creaciones, incluso algún vídeo en el
que se le ve trabajando la técnica que tan bien domina.
Se
trata de un concepto que mezcla la arquitectura con la repostería. Y es que cada uno de sus
postres tiene un trabajo previo de diseño
que creo que sólo es capaz de hacer alguien que venga del mundo de la
arquitectura. No digo que sea mejor ni peor, simplemente es una forma de
trabajar que no creo que lleven a cabo normalmente otros reposteros.
Aquí
podemos ver cómo sus obras comienzan con un boceto a mano sobre papel:
El
siguiente paso, una vez definida la idea, es diseñar las formas de la manera más exacta posible. Y así es como hace sus diseños con programas de ordenador, donde crea las formas en 3D.
A
partir de aquí, con impresora 3D, se
crea sus propios moldes de silicona
con los que poder lograr esa formas tan perfectas que consigue en sus dulces:
Y
los postres en si son un auténtico espectáculo en cuanto a diseño minimalista y ejecución de la obra.
Son pasteles pensados en alzado,
pero sobre todo en sección. Esos
cortes que consigue son otra obra de arte del diseño, pensado absolutamente
desde el comienzo de todo el proceso creativo.
Aquí
os dejo con varios ejemplos de sus
creaciones, vistas tanto en alzado como en sección, para que entendáis por
qué me he quedado tan maravillada con esta artista de la repostería:
Muchas
de estas creaciones están inspiradas en la obra del pintor ruso Vasily Kandinski. Aquí podemos ver un
cuadro de este artista en la primera foto y la interpretación que Dinara ha
hecho en versión repostera en las dos fotos siguientes. Simplemente
espectacular:
Me
ha resultado complicadísimo elegir sólo algunas imágenes, porque son todas
espectaculares.
A
todo esto, hay que sumar que las fotografías
que realiza de sus creaciones son otra auténtica
obra de arte. Sólo ella, como creadora, es capaz de sacar el máximo partido
a cada pieza y a cada detalle.
Y
vista la calidad del diseño del producto y la forma de presentarlo en sus
fotografías, no me quiero imaginar cómo deben estar de sabor, que al fin y al cabo es lo que se pretende conseguir
principalmente en un elemento comestible :-D
Espero
que os haya gustado el trabajo de Dinara Kasko. Yo aún estoy en estado de shock
ante tanta perfección…
Por
si queréis seguir su trabajo, podéis visitar su perfil en Instagram. No os defraudará, seguro.
Besos
y hasta la próxima entrada.
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