Este
lunes pasado me escaqueé un poco y
no hice la entrada correspondiente del blog. Y es que ando liadilla terminando
los últimos pedidos de Primeras
Comuniones y comenzando los primeros
encargos de regalos para fin de curso y no conseguí sacar ni un ratito de
tiempo para escribir una nueva entrada.
Pero
dejar ya toda una semana sin actualizar
el blog me parecía demasiado, así que hoy he decidido que, antes de ponerme
manos a la obra con el trabajo, tenía que escribir esta entrada que tenía
pendiente.
Hoy
sigo enseñando regalos que se han recibido en distintas Primeras Comuniones. Pero esta vez vienen acompañados de una anécdota simpática. Os cuento la
historia…
Hace
algunas semanas, se puso en contacto conmigo Mamen para contarme que quería dos camisetas de niña de Primera Comunión del modelo “Medallón”.
Una sería para su hija Aroa y la
otra, para su sobrina Lucía.
Como
siempre en estos casos, quedó en enviarme fotos de las niñas y de sus vestidos.
Las fotos de su hija me las envió de inmediato y las de su sobrina me dijo que
tenía que hablarlo con su cuñada, porque ella para estas cosas era un poco
reservada y no quería que se conocieran los detalles de cómo iría Lucía en su
gran día.
Finalmente
consiguió las fotos y, cuando me las envió, no presté atención en un primer momento
a la foto de Lucía. Me entretuve en mirar cómo era el vestido para ver cómo
eran los detalles para poder reproducirlo y que se pareciera lo máximo posible.
Y cuando finalmente me guardé la foto de Lucía, al verla me resultó su cara
familiar. Era igual que Lucía, la mejor
amiga de clase de mi hijo Abel. De hecho, Abel estaba invitado a la
Comunión de Lucía y por eso yo sabía cuál era la fecha en la que la celebraba. Me
pareció mucha casualidad que fuese ella, así que volví a releer cuál era su
nombre y el día en que celebraría su Primera Comunión. Todo cuadraba: o era
ella o casualmente todos los datos coincidían.
Para
confirmar, le enseñé a mi hijo la foto
que me había enviado Mamen y le pregunté que si sabía quién era. Y me dijo que
era su amiga Lucía.
Al
comentárselo a Mamen me dijo que, efectivamente, la Primera Comunión se
celebraba en mi pueblo. Ella vive en Málaga y mi hijo me confirmó que su amiga
Lucía le había dicho que vendrían a su celebración sus tíos y primos de Málaga.
Ya
con anterioridad al encargo de Mamen, yo había pensado hacerle a Lucía un lienzo con niña de Primera Comunión
como regalo. Así que al decirme su tía que quería hacerle la camiseta, le
comenté que yo le iba a hacer el cuadro y que los haría iguales para que fuesen
a conjunto nuestros regalos. De esta
forma Lucía tendría su camiseta que podría lucir el mismo día de la Comunión y
después tendría el lienzo para decorar su dormitorio como recuerdo de este
bonito día.
Así
es como resultó la camiseta de Lucía:
Y
este fue el lienzo que preparé para que le regalara Abel a su amiga:
Ya
sabéis de mi debilidad por las fotos de conjunto, así que ahí lleváis una:
La
otra camiseta que me encargó Mamen fue la de su hija Aroa. Y con las fotos que ella me aportó, este fue el resultado
final de su camiseta:
Pues
a raíz de haberme pedido Mamen estas dos camisetas, al comentarle la anécdota a la madre de Lucía, ella me escribió para decirme que me iba a enviar alguna
foto para que viese cómo sería el tocado que iba a lucir. Y también ya
aprovechó para encargarme dos camisetas
de Primera Comunión para dos amigas
de Lucía que también la iban a celebrar en estos días.
Una
de ellas fue para Teresa, otra
compañera de clase de Abel y de Lucía. Así resultó su camiseta:
Y
la otra camiseta fue para Sara, otra
compañera del cole de ambos:
Para
terminar, os dejo con las fotos de grupo,
tanto de los empaquetados como de las camisetas. Y es que quedan tan bien las
fotos de todo el trabajo junto que no me puedo resistir a hacerlas…
¿Qué
os han parecido? Sus destinatarias quedaron muy contentas con sus regalos. De
hecho, Teresa fue a la Primera Comunión de su amiga Lucía vestida con la
camiseta que le habían regalado la semana anterior en su Comunión. Así que, si
repitió con ella, sería porque le había gustado ;-)
Como
veis, es una gran verdad eso que dicen de que “el mundo es un pañuelo”.
Ya es tino el que alguien de otra provincia me haga un encargo para alguien que
conozco sin que me conociera de antemano. Me encantan este tipo de casualidades
:-D
Besos
y hasta la próxima entrada.
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