Durante
un par de semanas he estado un poco
desconectada del blog y de las redes sociales porque una no ha conseguido
aún dar con el secreto de cómo desdoblarse o de hacer que se multipliquen las
horas del día. Si alguno ha encontrado ya la fórmula, que me la cuente, por
favor :-D
Y
es que el fin de curso ha sido una
contrarreloj auténtica, intentando encajar todos vuestros pedidos de regalos de maestros para que
absolutamente todo estuviera a tiempo en su destino.
Ya
por fin casi que se podría decir que he terminado con todo y empiezo a ver las
vacaciones de manera cercana ;-)
Tengo
en el tintero muuuchas cosas de lo que ha dado de si este fin de curso, y estoy
agradecidísima de la acogida que han
tenido mis detalles. Incluso os puedo decir que hay algunas que otras novedades de esta temática que han ido
surgiendo a partir de las ideas que me proponéis.
Pero
en la entrada de hoy, antes de meterme de lleno a enseñaros lo que ha dado de sí
el “mundo maestro”, quiero enseñaros una de las últimas cosas que he preparado de
Primera Comunión. Y se trata de una novedad que no había hecho hasta ahora.
Hace
ya algunos meses, allá por noviembre, os enseñaba por aquí una pareja de novios que había pintado,
perfecta para decorar la tarta nupcial
y que luego quede como bonito recuerdo para los novios, que no sea el típico
muñeco de tarta que te ponen en el lugar de celebración que, siendo sinceros,
son feos, pero feos de verdad…
Si
no sabéis de que os hablo, aquí podéis recordarlo o descubrirlo.
Cuando
enseñé estos novios, comenté que, como todo lo que hago, eran susceptibles de
ser personalizados para que se asemejaran a los protagonistas.
Y
por aquel entonces Pilar, clienta fiel
de Día tras Día desde hace ya muchos años, se puso en contacto conmigo para
preguntarme si habría posibilidad de hacer algo
similar pero para una Primera
Comunión, sustituyendo los novios por un niño de Comunión para decorar su
tarta. Obviamente le dije que sí. Es más, me pareció que era una idea muy bonita y original, así que
acepté encantada el reto.
Pilar
me envió fotos de su hijo Óscar y de
la ropa que llevaría en el día de la celebración.
Así
que a partir de ahí, personalicé su muñequito.
Y
este fue el resultado:
A
Pilar le gustó mucho cómo quedó y prometió enviarme fotos del muñeco colocado
en su tarta. Y este fin de semana pasado ya ha sido la celebración de la
Primera Comunión de Óscar y a Pilar no se le ha olvidado hacerme llegar unas
fotitos.
Y
como me ha dado su permiso para poder
enseñarlas, aquí os las dejo para que veáis cómo quedó colocado en su
sitio:
Me
ha encantado hacer algo un poco diferente
de lo que suelo hacer. Y sobre todo, saber que a sus destinatarios les ha
gustado el resultado, es lo mejor de todo.
Besos
y hasta la próxima entrada.
Me encanta... Cada vez haces cosas más preciosas.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Fátima! ¡Todo un honor, viniendo de una artista como tú!
EliminarBesos,
Rocío