Mi
amiga Marisa me hizo un encarguito
estas pasadas navidades. Me comentó
que quería que sus sobrinos
recibieran de su parte regalos que no fuesen juguetes, que de eso ya tenían
muchos y más que iban a tener en esas fechas. Que prefería que el regalo fuese
algo práctico y artesanal.
Así
que me pidió que le hiciera un par de camisetas
para Mauro y Valeria.
Para
Mauro, al que le encanta el fútbol, me dijo que a ver qué se me ocurría
que podría hacerle. Me comentó que es fan
número uno de Joao Félix, jugador
del Athletico de Madrid. Así que,
después de darle un par de vueltas al coco, se me ocurrió que igual podía
quedar bien dibujar en la camiseta dos
muñecos futbolistas, uno que representase a Mauro y otro como si fuese Joao
Félix.
Pues
dicho y hecho. A Marisa y a la madre del destinatario les gustó mucho la idea,
así que me puse manos a la obra y este fue el resultado:
Y
para Valeria, su sobrina pequeña,
Marisa quiso que le hiciera una camiseta
de Peppa Pig. Decidimos hacer la versión
hada, que esa nunca falla, en tonos rosas y personalizada con su nombre.
Aquí
os enseño como quedó:
¿Qué
os han parecido estos regalos? La verdad es que está bien que los niños reciban
juguetes con motivo de los Reyes, pero cuando ya son demasiados juguetes, los
niños tienden a no prestarles la misma atención. Así que seguro que les ha
hecho ilusión recibir como regalo estas camisetas personalizadas, ¿no os
parece?
Y
ahora os voy a contar una pequeña
anécdota de algo que me ocurrió con la camiseta
para Mauro. Cuando Marisa ya tenía en su poder la camiseta que os he
enseñado antes, me llamó para decirme que nos habíamos despistado las dos y no
me había dicho ningún rasgo de su sobrino para que lo hiciera personalizado. Y
ocurría que yo había dibujado al niño con el pelo totalmente lacio y cuando Marisa me mandó una foto de Mauro
para que lo viera, no me lo podía creer. ¡¡¡¡Tenía unos rizos en el pelo que ni el mismísimo Bisbal en sus mejores tiempos!!!! Pues nada, le dije que me
devolviera la camiseta, que iba a ver si se la arreglaba. Y quedó como ya
habéis visto antes. Así que ahora os dejo por aquí un par de fotos para que veáis como fue la primera versión de Mauro, antes de pasar por la peluquería:
Como
siempre me decía mi madre: “Todo tiene arreglo
menos la muerte”. Pues así es…
Besos
y hasta la próxima entrada.
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