Ayer
celebraba su cumpleaños Mario, uno
de los mejores amigos de mi hijo Abel.
Así que, hace unos días, cuando Abel se enteró de que estaba invitado al
cumpleaños, vino a preguntarme qué
podríamos regalarle este año.
Obviamente
eso significaba que me tocaba ponerme
manos a la obra, porque ya mis hijos dan por hecho que los regalos de
cumpleaños son siempre hechos por mí.
Después
de varios años haciendo regalos de cumpleaños para Mario, casi que empiezan a agotarse las ideas. Mi hijo
se planteaba la opción de camiseta o
amigurumi. Pero lo cierto es que no se nos ocurría nada interesante…
Hasta
que de repente Abel tuvo una idea feliz.
Se le ocurrió que por qué no hacía un muñeco
amigurumi personalizado que se pareciera a su amigo Mario.
Ay,
que no sabía yo en lo que me metía cuando le dije que sí. No os imagináis lo entretenida que estuve la semana pasada
con el muñeco. Y como no lo puedo remediar, me pierden los detalles y soy incapaz de hacer cosas simples.
Para
colmo, esto ha sido una aventura, ya que yo suelo hacer siempre los amigurumis
siguiendo patrones de otros diseñadores. Pero en esta ocasión, al ser
personalizado, tenía que ir inventando
sobre la marcha y ha sido todo un poco ensayo-error.
Yo
veía que me pillaba el toro y no lo tenía a tiempo para la celebración. Pero al
final conseguí tenerlo terminado a tiempo. Y este fue el resultado:
¿Os
gusta como quedó? Lo importante es que Abel fue contentísimo al cumpleaños
porque sabía que no iba a repetir regalo con nadie. Y después del cumpleaños,
me dijo que a Mario le había gustado mucho, así que al final mereció la pena el
tiempo dedicado a hacer el muñeco. Si es que lo que no se haga por los hijos…
¿no os parece??
Besos y hasta la próxima entrada.
Me encantaaaaaa!!! Qué artista estas hecha!!!!! Me parece sin duda el mejor regalo!
ResponderEliminarMiauuuuubesitos guapísima!!!!! =^·^=
¡Muchas gracias! La verdad es que a Mario le gustó mucho su regalo, así que yo encantada, jeje.
EliminarBesos,
Rocío
Es chulísimo y aunque no lo conozco seguro que se parece!!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Pues para que te imagines a Mario, es casi un doble de Abel (canijillo, alto, muy blanquito y con gafas), pero con el pelo un poco rizado.
ResponderEliminarBesitos