¡Hola
a todos! Pues sólo me ha faltado un día para que se cumplan 3 meses sin hacer publicaciones en el blog.
¡Madre mía, cómo pasa el tiempo!!
La
verdad es que dejé de publicar un día, al siguiente me dio pereza, y lo fui
dejando y dejando hasta haberse pasado todo este tiempo casi sin darme cuenta.
Pero
ahora me he propuesto retomarlo otra vez
y espero que la pereza no se vuelva a apoderar de mi, jeje.
En
todo este tiempo que he estado sin publicar no os penséis que he estado con las
manos quietas. He estado haciendo muchas
cosillas, así que tengo bastante en
el tintero para poder enseñaros, por lo que no me enrollo más y empiezo a ponerme al día.
Y
para comenzar, lo voy a hacer casi con
lo último que ha salido de mis manos. Se trata de un regalo que he hecho estas navidades
pasadas y que me gustaría enseñaros, porque para mí ha sido algo muy emotivo.
A
mí me gusta siempre, en la medida de lo posible, hacer regalos que se salgan un poco de lo convencional. Me gusta hacer
regalos hechos por mí, porque me
parece que llevan implícito mucho más que un simple regalo material.
Y
estas navidades quise hacer un regalo a
mi padre que pensé que le podría emocionar.
Y creo que lo conseguí con creces.
Estas
navidades se han cumplido 3 años del
fallecimiento de mi madre. Así que quise regalar a mi padre algo que nos la
recordara un poquito más aún.
Me
planteé un reto de los gordos, gordos:
hacer un retrato de mis padres, a
partir de una foto en la que los dos habían salido muy favorecidos y que es una de las favoritas de mi padre.
Lo
de que se trataba de un reto gordo es porque los retratos me cuestan muchísimo. Pero si además de trata de
reflejar en el papel a dos de las personas más importantes de tu vida, el reto
aún se complica más.
Me
lié la manta a la cabeza, y este fue el resultado:
Para
que el regalo fuese completo y estuviese ya listo para colgar en la pared, lo enmarqué, que además siempre queda
mucho más vistoso y lucido:
Y
lo mejor de todo fue ver cuánto le gustó
a mi padre y cómo se emocionó al
abrir su regalo. Esa fue la mejor manera de saber que le había gustado de
verdad.
Espero
que os haya gustado tanto como a mí me ha gustado pintarlo.
Besos y hasta la próxima entrada.
No dudo que le gustara, es muy emotivo y pintas y dibujas tan bien...que seguro los has "clavao". Bss
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por tus palabras! La verdad es que normalmente no suelo quedar satisfecha con mis dibujos, porque siempre los analizo quizás más de la cuenta y les encuentro mil fallos. Pero en esta ocasión, a pesar de que hay cosillas que creo que se podrían mejorar, he quedado muy satisfecha con el resultado y creo que he logrado que se parezcan mucho los dos.
EliminarBesos