Hoy
os voy a seguir enseñando más detalles de los que preparé estas pasadas navidades para regalar a la familia.
En
esta ocasión traigo por aquí el regalo
que hicimos a mi suegro. Este año,
como no podía ser de otra manera, algunos de los regalos que he hecho han sido acuarelas, que ha sido mi
redescubrimiento gracias al confinamiento (algo bueno hay que buscarle al
2020).
Y
para el regalo de mi suegro decidimos, entre mi marido y yo, que podría gustarle
un retrato del Cristo de la Conversión de
la Hermandad de Montserrat de Sevilla,
hermandad de la que él es hermano desde hace años.
He
de decir que para mi ha sido todo un reto,
ya que no suelo hacer retratos a menudo y nunca había realizado un retrato de
estas características.
Finalmente,
este fue el resultado:
Decir
que a mi suegro le encantó su regalo
y, como se lo llevamos ya enmarcado, directamente quedó ya colgado en su
salita, para poder tenerlo a la vista durante todo el día. Y yo, encantada de
haber acertado de pleno con su regalo.
Besos y hasta la próxima entrada.
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