Hace
algunas semanas me hicieron un encargo que me encantó. Y me gustó mucho que me
lo pidieran por varias cosas. En primer lugar, porque se trata de un detalle para regalar a un bebé recién
nacido, que es algo que siempre me llena de ternura. Y en segundo lugar, porque era algo que tenía ganas de hacer desde que lo vi
hace ya tiempo y esta ha sido la excusa perfecta para poder hacerlo y matar el
gusanillo.
Sonia
se puso en contacto conmigo para decirme si podría hacer una jirafa de crochet que fuese al mismo
tiempo un juego de aros (el típico juego
de aros de encajar en un poste que casi todos hemos tenido de pequeños en
alguna de sus versiones). Ella me envió fotos de algunos ejemplos para que
supiera a qué se refería y entonces recordé que yo tenía guardado desde hacía
tiempo un patrón muy chulo
precisamente de una jirafa con aros, así que se lo enseñé y a ella le pareció
perfecto.
Me
comentó que los colores que le gustaría que utilizara fuesen amarillo y verde,
así que la tejí usando un hilo verde
agua que me encanta y que me pareció perfecto para un bebé, combinándolo
con otro verde más oscuro y un amarillo pálido.
Y
para los aros, elegimos colores más vivos, para que dieran más
alegría al conjunto.
¿Queréis
ver cómo quedó la jirafita? Aquí os dejo unas fotos para que veáis el resultado:
¿Os
cuento un secreto? Como la cabeza es de “quita y pon”, en el
patrón original utilizaban una parte del interior
de un huevo Kinder (el huevo de plástico amarillo en el que se esconde el
juguetito que traen de regalo estos huevos de chocolate), pero como no tenía
ningún huevo de estas características y además, por el tamaño que veía que iba
a tener mi jirafa me daba la impresión de que podría resultarme pequeño, tuve
que darle al coco para pensar en otra opción como alternativa. Así que me fui a un bazar a darme paseos por sus
pasillos para ver si veía alguna cosa que me pudiera servir. Y al final,
¿sabéis con qué lo resolví? Pues el hueco lo formé gracias a un rulo para el pelo. ¿Qué os parece el
invento??
Así
es como me quedó el hueco de la cabeza
para enganchar al cuello de la jirafa. ¡Y quedó perfecto!
A
Sonia le encantó la jirafa y esperemos que al peque le guste este juego tan
simpático y colorido, que seguro que le acompañará en sus futuros momentos de
juego.
Besos y hasta la próxima entrada.
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